Abre la puerta, escucha, siente, palpa, saborea: tienes entre tus manos «Remedio para melancólicos».
No esperes que todo se te dé hecho. Tienes que poner de tu parte como en cualquier actividad se precisa un poco esfuerzo, pero puedes estar tranquilo Bradbury te guiará por las playas, los montes, y los caminos; te llevará desde Waukegan a Marte.
Porque…, me pregunto ¿quién fue el primer hombre que viajó a Marte?
Con su familia o con media humanidad, creo que fue Ray Bradbury, allá en los años cincuenta, antes incluso de que lo hiciera Amstrong a la luna.
Ponte cómodo y disfruta de esta antología de cuentos. El mago de las palabras hará el resto por ti. Podrás apreciar que los sueños pueden hacerse realidad, que nadie tiene derecho a quitarnos la libertad de creer en ellos.
«Remedio para melancólicos»: veintidós cuentos de ciencia ficción, fantasía y algo de terror, todos de muy variado corte e ideología.
Hay un par de ellos que podrían haber formado parte de sus magníficas «Crónicas marcianas» y otro par están ambientados en Irlanda, donde escribió el guion para la película Moby Dick.
Estos son los relatos de «Remedio para melancólicos» y un breve comentario:
En una estación de buen tiempo.
Un homenaje a Picasso. Un sueño hecho realidad que por unos instantes se desvanece, pero queda en nuestra memoria.
El dragón.
El temor ante una bestia que recorre los campos con su fuego matando a todo el que se interpone en su camino. Al final del cuento sabremos de quién se trata.
Remedio para melancólicos.
¿Qué enfermedad tenía la pequeña que ningún médico encontraba su dolor?
Poner al enfermo en la puerta de la casa, a la intemperie, no parece la solución…
El fin del comienzo.
Qué es un hombre sino el eslabón de una cadena milenaria. Qué piensa ese minúsculo ser cuando sus semejantes viajan a otros mundos en un cohete por el espacio.
El maravilloso traje de helado de vainilla.
Imagina un traje que consigue la mejor versión de ti. Ah, pero es muy caro, deberas compartirlo con tus amigos.
Sueño de fiebre.
Ese trance extraño y doloroso que sufre un niño enfermo con fiebre. ¿Qué hay de verdad en sus pensamientos?
La componedora de matrimonios.
Qué relación tiene la cama donde duermes con tu pareja cuando también fue la de tus antepasados.
El pueblo donde no baja nadie.
Viajas en un tren y decides bajar en esa estación que nunca hay nadie porque está perdida en medio de la nada. Y entonces encuentras a alguien que lleva esperándote toda su vida.
El aroma a zarzaparrilla.
Ese olor de juventud que nos lleva a imaginar que todo puede ser igual años después. Solo hay que cruzar una ventana, y por supuesto creer en ello.
Ícaro Montgolfier Wright.
Recuerdo a los inventores del globo aerostático.
La peluca.
Amor y desamor. Una peluca no lo puede remediar.
Eran morenos y de ojos dorados.
¿Cómo se vivirá en Marte? ¿Se adaptarán los seres humanos a aquel planeta?
La sonrisa.
Un homenaje a la sonrisa de La Mona Lisa.
La primera noche de cuaresma.
Relato relacionado con la estancia de Ray Bradbury en Irlanda. Conocer la psicología de su chófer fue todo un acierto.
Tiempo de partir.
La aventura absurda de un hombre que todavía cree es historias de chiquillos.
Todo el verano en un día.
Supongamos un planeta donde el sol solo sale un día cada siete años.
El regalo.
Cuando el regalo de Navidad de tu hijo se tiene que quedar en el aeropuerto antes de partir.
El gran choque del último lunes.
Tal vez no pueda parecer absurdo, pero en los caminos de Irlanda, bajo la espesa niebla se producen colisiones.
Los ratones.
La vida de una singular vecindad.
La costa en el crepúsculo.
Un cuento sobre una sirena. Dos hombres regresan años después donde la encontraron.
La ventana de color fresa.
Cuando viajemos a Marte tal vez no podamos llevarnos todas nuestras pertenencias y queramos regresar.
El día que llovió para siempre.
En un hotel en medio de la nada donde nunca llueve, llega una mujer con un arpa. Su música cambiará todo.
Querido lector, necesitamos creer, viajar, aventurarnos. En estos relatos Ray Bradbury expresa la magia de lo increíble, el anhelo del viajero, bien sea en un cohete, en un globo o en un desierto.
Espero que disfrutes con su lectura, yo no puedo por más recomendartelo.
Si deseas saber más sobre Ray Bradbuy este es un buen artículo.
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