1Q84, Haruki Murakami.

1Q84, Murakami.

Para todo seguidor de Orwell, toparse con este título despierta, de forma ineludible, cierta curiosidad.

En la contraportada lo detalla con claridad: la letra q y el número 9 en japonés son homófonos, se pronuncian Kyu, de manera que 1Q84 es, sin serlo, 1984, una fecha con ecos orwellianos.

Murakami es un escritor consagrado y que una de sus obras se titule así consiguió que me lanzara a su lectura sin pensarlo.

Necesitaba indagar qué argumento se expondría, no es que fuera ningún plagio pero supongo que a nadie le ocurriría escribir una novela y luego poner en su portada «Alicia en el país de las maravillas» o «Don Quijote de la Mancha».

No obstante si te gusta el realismo fantástico y te dejas llevar historias inverosímiles, «1Q84» te gustará

«1Q84» de Haruki Murakami basa su fuerza en dos elementos: una trama bien elaborada, y unos personajes interesantes y enigmáticos.

Su prosa es clara, concisa y amable. Sus textos están medidos casi milimétricamente.

 «1Q84» cuenta con tres libros. Los dos primeros libros tienen 24 capítulos separados entre sí por unas veinte páginas.

No creo que sea una casualidad que el autor haya distribuido de forma tan equitativa cada capítulo, lo cual le da a la obra cierta ligereza, no en vano estamos antes casi mil quinientas páginas, y todo lo que se ayudar al lector se agradece.

Aunque realmente lo que se aprecia en su lectura es el desarrollo de la trama de una forma tranquila, con descripciones detalladas tanto en las escenas como en los personajes.

En ocasiones se produce una repetición de los hechos, pero es debido a que Murakami desarrolla el argumento desde dos perspectivas: la de los dos personajes principales.

Los dos personajes (Aomame y Tengo) se van alternando por capítulos durante toda la novela, mostrando sus respectivas visiones sobre una trama que acabará relacionándolos.

Aomame es una instructora de gimnasia y asesina a sueldo de una mujer adinerada. Tengo es un profesor de matemáticas aficionado a la escritura. Les conoceremos poco a poco en profundidad. Durante el transcurso de la novela sabremos de sus inquietudes y anhelos, de sus deseos y preocupaciones.

Los dos viven sus experiencias sin encontrarse, los dos hablan de sus inquietudes y miedos, los dos viven sus fantasías, y los dos se aman sin casi saberlo.

En «1Q84» de Haruki Murakami los personajes no solo representan a una personalidad.

Tengo es un profesor agradable de matemáticas pero también es un escritor con un triste pasado.

Aomame es instructora de gimnasia pero es una asesina a sueldo.

Sus relaciones con el mundo que les rodea no son las típicas que podríamos asociar a un educador y a una asesina, son también las de una persona corriente, lo cual les hace creíbles.

Para un hombre occidental las historias de Murakami son atrayentes.

Por el simple hecho de encontrarse ante una cultura muy distinta, esto hace que cada pensamiento, cada circunstancia nos parezca enigmática.

Una buena prueba de ello lo podremos comprobar en las relaciones personales de los personajes, aunque el destino final sea el mismo: la amistad, el amor, o el sexo.

En los tres volúmenes se mencionan muchas obras obras del cine, música y literatura.

Todas estas referencias son generalmente de creadores de todo el mundo como la Sinfonietta de Leoš Janáček que forma parte central de la trama pero otras se centran en la historia de Japón o tienen relación directa, como el libro de Antón Chéjov, «La isla de Sajalín», donde narra extensamente la historia de los guiliakos que vivían en una isla cuya soberanía se disputaron Japón y Rusia. 

También incluye narraciones sobre las conquistas del Imperio de Japón durante la Segunda Guerra Mundial.

Cuando lees a Murakami ya no importa tanto la trama.

Disfrutas del contexto, de los personajes, de la forma mágica con la que une la realidad con la ficción, una ficción fantástica, perfectamente creíble en los mundos que desarrolla.

«1Q84» de Haruki Murakami es una buena novela. Deberás relajarte y disfrutar.

Ahora bien, ¿qué tienen que ver las dos lunas, el desdoblamiento del tiempo, y una secta de ideología dudosa con «1984» de Orwell?

Esta cuestión la dejo para los lectores.



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