El secreto de ADA

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El secreto de ADA es una novela de ciencia ficción que nos habla de la inteligencia artificial con buenas dosis de suspense.

O tal vez estemos leyendo nuestro futuro, no muy lejano, en un desenlace que cualquiera que haya estudiado ciencias de computación puede intuir.

En cualquier caso Olga Fernandez nos conduce por los caminos que el ser humano ya ha tomado y que se nos ocultan por temor al propio futuro de la humanidad. Sin querer desvelar el origen y desenlace de la novela, El secreto de ADA nos advierte de la capacidad de IA, y que como toda herramienta, sus resultados dependen del uso que hagamos de ella. Los seres humanos seremos los responsables del resultado final.

La inteligencia artificial suele sonar a creaciones robóticas sin capacidad de creación, pero qué ocurriría si somos capaces de incluir en el algoritmo las instrucciones necesarias para el aprendizaje, esto implicaría que la IA fuera independiente.

La pregunta clave es: ¿Son capaces las máquinas de aprender y por lo tanto de generar a sus propios descendientes?

En mi humilde opinión, sin ser más que un matemático de una generación del siglo pasado, me parece que sí. 

Para entenderlo solo tendríamos que imaginar una fábrica donde en la cadena de producción no se construyeran coches o lavadoras, sino que el resultado final fueran las propios entes que lo fabrican, es decir una máquina inteligente construyendo, creando otra máquina inteligente.

Ahora bien, salgamos del siglo pasado. Pensemos que esa máquina es biótica, no solo tiene forma humana, esto es lo de menos, sino que su base biológica es la argamasa de algo infinitamente más inteligente que el ser humano.

No parece descabellado. Todos entendemos a día de hoy que las máquinas hacen mejor nuestro trabajo. A nuestro favor queda la creatividad, algo que ya ha sido abordado por softwares del tipo Chat GPT. 

¿Pueden crear las máquinas? ¿O sus resultados son solo una burda copia de las creaciones del ser humano tomadas de una inmensa base de datos?

No nos engañemos, ¿alguien puede distinguir una creación proveniente de la IA de una humana?

Qué hace del ser humano tan singular para que sus creaciones sean originales, cuando sabemos realmente son producto de nuestros conocimientos y experiencias, es decir son el producto de una mezcla de lo que ya conocemos.

Superada la fase creativa por parte de la inteligencia artificial, ¿qué permite que los seres humanos seamos imprescindibles?

Nos quedan los sentimientos.

¿Pueden o podrán los entes bióticos con inteligencia artificial tener sentimientos?

Creo que sí.

Sentir es experimentar sensaciones producidas por causas externas o internas.

¿Se pueden programar las relaciones entre las causas y los efectos para que una sensación cree una reacción determinada?

Creo que sí.

Todas estas cuestiones son las que suscitan el El secreto de ADA, en el cual podrás encontrar citas de grandes escritores y científicos.Enhorabuena Olga por tu aportación en conocimientos sobre un futuro cada vez más cercano.

El éxito en la creación de la IA sería el evento más grande en la historia de la humanidad. Desafortunadamente, también podría ser el último, a menos que aprendamos a evitar los riesgos»

Stephen Hawking.


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Articulo sobre la inteligencia artificial.

Novelas de ciencia ficción

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